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Carlos A. Loprete Ensayos Cortos

CIENCIAS FALTANTES

CIENCIAS FALTANTES

 

     Hasta ahora los lingüistas reparten sus estudios en unas 50 ciencias particulares: neurolinguística, lingüística pragmática, etimología, filología,  semiología, fonética, etcétera. La medicina se reparte en múltiples ciencias, cada una con su objetivo y métodos propios: anatomía, oftalmología, gastroenterología, neumología, ginecología, neonatología y así otras 50 o 100. La deducción es sencilla: cuanto más avanza el conocimiento humano, más ciencias se crean. No he de ser yo, pues, quien emprenda la  necedad de contar todas las ciencias existentes en el orbe.

     En mi provinciana opinión hay sin embargo hay algunas otras que deberían crearse con urgencia, para bien de la humanidad. Tengo pensadas unas 20 faltantes, pero para no inspirar la idea de que soy un pedante pernicioso, sólo explicitaré tres.

     Empezaré por la que propondría  llamar “discriminología”(del latín discrimen, distancia, separación, diferencia), ciencia que estudie el intrincado tema de la exclusión de una persona o cosa de algún ámbito. ¿No permitir a un inválido nadar en una piscina es discriminarlo? ¿No vender bebidas a un beodo es discriminarlo?  Cuando estaba en mi condición de profesor en el comedor de una universidad de cuyo nombre no quiero acordarme, entró un estudiante deforme, giré mi cabeza hacia otro lado para que no se sintiera observado, pero me preguntó ofendido “¿Por qué no me mira, porque soy deforme?” y me denunció al decano por discriminación. Esa misma semana, entró una muchacha bonitilla y coqueta. Todos los presentes giraron sus cabezas para admirarla, menos yo que estaba enfrascado en la lectura de un libro. Se me acercó entonces y casi enfurecida me recriminó: “¿Y usted, por qué no me mira? ¿Tal vez porque soy bonita? Yo tengo derecho a que me admiren. Lo denunciaré al decano por discriminación visual.” Y me denunció. Ahora trabajo en la biblioteca universitaria, donde por lo menos los libros son mudos y no cojean ni balancean sus cuerpos al caminar.

     La segunda ciencia faltante sería la “plutología” (del griego plutos, riqueza y logos, discurso, ciencia). No sería lo mismo que la economía, sino un análisis de las técnicas y métodos de enriquecerse, sumamente necesarios para defenderse en estos tiempos en que la globalización tiene dominados los métodos para empobrecernos. Un vecino mío me decía a propósito de mi idea, que la forma más directa y sencilla de llegar a amasar una fortuna es acercarse a los millonarios y meterles la mano en los bolsillos cuando están dormidos. Un dirigente político expresó a sus amigos íntimos que el método más seguro es tocar la guitarra con la mano izquierda y gobernar con la derecha. ¿Quién me votaría si digo lo que pienso?

     Yo no comparto esta forma de pensar porque tengo acostumbrado mi estómago a no dolerme cuando está vacío. Me preocupan, en cambio, los aspectos técnicos y especulativos de la riqueza. Por ejemplo, cuántos millones se deben tener para ingresar en el Million Club ruso, o cuántos millones se deben tener para estar satisfecho. Conforme tengo leído, los millonarios consultados afirmaron en su mayoría que con el doble de lo que  tienen.

      La tercera ciencia, y concluyo, sería la “grupología”( del español grupo y éste del  italiano gruppo, pluralidad de seres  o cosas que forman un conjunto). La Real Academia de la Lengua, tan minuciosa y precisa en su diccionario oficial, menciona únicamente algunas pocas clases de grupos, los grupos de presión, de trabajo, electrógenos y sanguíneos. Sin pretender enmendarle la plana, yo agregaría otros. Se hace necesario fijar un canon normativo que distinga y precise con propiedad los muchísimos vocablos que se usan equívocamente. Probablemente esta nueva ciencia tendría que estar integrada por politólogos, sociólogos, economistas, semantistas y algún especialista más. Su misión fundamental consistiría en establecer los límites entre grupo, grupúsculo, asamblea, conjunto, clase, masa, multitud, sindicato, federación, confederación, audiencia, concejo, mitin, compañía, banda, pandilla, piquete, representación. ¿Cuántas personas se necesitan para constituir un grupo? ¿Dos personas forman un grupo? ¿Un padre y un hijo, un esposo y una esposa, dos hermanos, son grupos? ¿Cuántas son necesarias para asumir una representatividad?

     No puedo ocultar mi preocupación. Al paso que vamos, puede llegar el momento en que una sola persona constituya un grupo, lo que equivaldría a decir que el género humano está compuesto por 6.000.000.000 de grupos.

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